Para conocer hasta el último rincón de la provincia de Pontevedra, hoy nos desplazamos hasta Crecente, que se encuentra casi en el límite con Ourense, y que posiblemente nos suene a todos de ver el indicador de la A-52 (junto con Arbo, Melgaço…)

Es un municipio que destaca por sus bonitos miradores, con maravillosas vistas al río Miño…como el de As Fichocas o el del Alto de Guillade. A los que también os recomendamos que os acerquéis para explorar la zona.

Pero si algo tenemos que destacar de Crecente es su entorno natural, con muchos rincones que bien merecen una visita, como por ejemplo: O Pozo do Inferno.

Para llegar hasta aquí podemos hacerlo siguiendo una ruta de unos 9 km, conocido como “Sendeiro do Vilar” pero en nuestro caso hemos optado por llegar directamente, aprovechando el resto del día para acercarnos a otros lugares cercanos como Cortegada o Ribadavia, completando una jornada maravillosa.

Hay dos formas de llegar fácilmente hasta el lugar, la primera sería aparcando el coche en este punto, y seguir el sendero hasta el indicador. Desde allí bajar la escalinata de madera y acceder directamente hasta este bonito rincón. Así haríamos un pequeño recorrido atravesando el bosque, de 30 minutos ida y vuelta aproximadamente (menos de 2 km).

Pero, si no queréis caminar, se puede llegar directamente y aparcar justo allí (aunque debemos tener cuidado, pues las carreteras son estrechas) Para ello tendréis que coger la nacional hacia Crecente y, antes de llegar al núcleo de Mandelos, desviarnos siguiendo el indicador que dejaremos a nuestra derecha.

O Pozo do Inferno promete no dejar a nadie indiferente: es una auténtica maravilla. Hace unos años se ha acondicionado la zona, colocando unas pasarelas de madera y barandillas que facilitan el acceso hasta este mirador. Que, a su vez, se integra perfectamente en el paisaje.

El sonido del agua todo lo invade, es ideal para evadirse del mundo durante unos instantes. Pues el Rio Rabadil (afluente del Miño) baja con muchísima fuerza, formando una cascada, que resulta ser un bonito espectáculo.

Pozas, barrancos, musgo, restos de antiguos molinos… ¡¡ naturaleza !! Os enamorará este rincón. Os lo aconsejamos para una primera parada antes de seguir explorando la zona. Tiene una magia especial.