En el corazón de O Baixo Miño, entre plantaciones de kiwis, nos encontraremos este lugar increíble: un regalo para todos los sentidos.

Llegaréis sin problema ninguno siguiendo el gps (aquí os dejamos el punto exacto) en la carretera hay señales que indican el lugar y para llegar hay una pista forestal, por lo que podéis adentraros en ella con el coche (con cuidado, sobre todo si el coche es bajo) o dejarlo en la carretera y continuar caminando: la opción más acertada si vais en fin de semana o en horas de gran afluencia, aunque os esperará una caminata y alguna cuesta. Pero.. ¡¡El esfuerzo merecerá la pena!!

Se trata de un proyecto muy interesante para poner en valor los montes de Santa María de Oia, porque este municipio no es sólo mar.

Es una zona frecuentada desde siempre por los lugareños en los días de verano, que llegan hasta aquí para refrescarse en sus pozas. Pero, aunque el día no esté apto para un chapuzón, merece la pena acercarse para disfrutar de la naturaleza, del agua, de una pequeña ruta de senderismo..etc

Además para completar este interesante conjunto se han restaurado antiguos molinos y lo mejor: podremos pasear por unas pasarelas y asomarnos a un singular puente de madera con unas vistas maravillosas.

Aprovechando (¡como no!) la visita para hacer una pequeña ruta a orillas del Río Tamuxe, deleitándonos con el rugir de la fuerza del río, la cascadas y saltos de agua. Si el día se precia para ello, os animamos a hacer un picnic (hay merendero en la zona)

Sin duda se trata de un lugar recomendable: enamora a todo el que lo visita. ¡Os gustará!